sábado, 22 de junio de 2013

Inteligencia Digestiva: Unos intestinos sanos , un cerebro no deprimido


La mayoría de las personas desconocen este hecho: nuestro sistema digestivo, nuestro estómago e intestinos, tienen la habilidad de influenciar fuertemente nuestra mente, nuestro estado de ánimo y nuestro comportamiento
Por lo tanto, mientras la psiquiatría moderna todavía insiste en que problemas como la depresión son causados por un desequilibrio químico en el cerebro, los investigadores siguen encontrando que la depresión y una serie de problemas de comportamiento parecen estar ligados ¡a un desequilibrio de bacterias en nuestra panza!

Los neurotransmisores son esenciales. La serotonina activa el eje formado por el hipotálamo, la pituitaria y las suprarrenales al estimular ciertos receptores de serotonina en el cerebro. Además, la serotonina también se encuentra en nuestros intestinos. De hecho, la mayor concentración de serotonina está involucrada en el control de nuestro estado de ánimo. La depresión y la agresión, se encuentran en nuestros intestinos y no en el cerebro.

Las investigaciones determinaron que la ausencia o presencia de microorganismos en los intestinos durante la infancia altera permanentemente la expresión de los genes.
De manera similar, los probióticos tienden a influenciar la actividad de cientos de nuestros genes y los ayudan a expresarse de manera positiva, sobretodo en circunstancias en las que deben luchar contra la enfermedad.

Cuando consideramos el hecho de que la conexión entre los intestinos y el cerebro es reconocida como un pilar de la fisiología y la medicina, no falta evidencia respecto de cómo está involucrado el sistema gastrointestinal en una variedad de enfermedades neurológicas, y es fácil ver cómo el equilibrio de las bacterias intestinales puede jugar un rol de la mayor importancia en nuestra psicología y nuestro comportamiento.

Tomando en cuenta esto, debe quedarnos muy claro que nutrir nuestra flora intestinal es extremadamente importante, desde la cuna hasta la tumba porque en un sentido muy real tenemos dos cerebros, uno dentro de nuestro cráneo y uno en nuestro vientre, y cada uno necesita de su propio alimento vital.

Las bacterias intestinales, por otra parte, son muy sensibles a los antibióticos, al agua con cloro, a los jabones anti-bacterias, a los químicos utilizados en la agricultura y a la contaminación.
Por estas razones, a las cuales prácticamente todos estamos expuestos en alguna ocasión, resulta benéfico “volver a sembrar” bacterias buenas en el intestino al tomar suplementos probióticos de muy buena calidad o comer alimentos fermentados.

Cuando consideramos que nuestro intestino es nuestro segundo cerebro y el centro de nuestro sistema inmune, resulta fácil entender que nuestra salud puede tener un enorme impacto en la función cerebral, en la psique y el comportamiento ya que están interconectados y son interdependientes en muchas maneras.

Por lo tanto, tiene lógica nutrir nuestras entrañas para obtener la mejor función de serotonina, ya que va a impactar en nuestro estado de ánimo, nuestro comportamiento y nuestra salud psicológica
Es importante elegir alimentos sanos, completos y dejar a un lado todo lo que está frito, procesado, archi cocido o productos de carne como los embutidos.

Evitar el azúcar refinado lo más que se pueda. El azúcar causa inflamación crónica lo cual interrumpe la función normal del sistema inmune y altera el cerebro. Tomar suplementos como Omega 3 provenientes de un concentrado de aceite de krill. Este alimento puede ayudar de manera considerable en problemas de depresión, pérdida de memoria, esquizofrenia y Alzheimer. al igual que comer alimentos fermentados .

miércoles, 19 de junio de 2013

Glosario de términos Inteligencia Emocional



A


:
Sistema de psicoterapia individual y social que se engloba dentro de la psicología humanista propuesto por el psiquiatra Eric Berne a partir de los años 1950 en Estados Unidos, quien lo divulgó con su libro Juegos en que participamos. A nivel funcional, busca facilitar el análisis de las formas en que las personas interactúan entre sí, mediante transacciones psicológicas, con sus estados del yo Padre, Adulto y Niño, aprendiendo a utilizar el primero para dar cuidados, el segundo para individualizarnos y el tercero para buscar y recibir cuidados, tanto en nuestra interacción con los demás, como también en nosotros mismos, creciendo en el logro de una personalidad integradora.

:
Comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos.

:
Conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción evaluativa de uno mismo.

B


:
Cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.

C


:
Puntuación, resultado de alguno de los test estandarizados diseñados para medir la inteligencia.

:
Facultad de procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido (experiencia) y características subjetivas que permiten valorar la información.

D


:
Autoimposiciones que se hace una persona.

E


:
Proceso educativo continuado, tendente al logro de una personalidad rica y equilibrada, que posibilite la participación activa y efectiva en la sociedad.

:
Estado complejo que incluye una percepción acentuada de una situación y objeto, la apreciación de su atracción o repulsión consciente y una conducta de acercamiento o aversión.

:
Capacidad cognitiva de percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir.

:
Distorsión consistente en exagerar la importancia de unos acontecimientos en detrimento de otros. Por ejemplo, engrandecer la importancia del éxito de un compañero y minusvalorar el propio.

F


:
Proceso consistente en filtrar la experiencia de modo que se atiende sólo a un detalle de la situación, sin darse cuenta de otras cosas que suceden alrededor. Por ejemplo, del trabajo que he hecho me fijo sólo en un pequeño error cometido, en lugar de valorarlo más globalmente, en todos sus aspectos.

H


:
Conjunto de conductas aprendidas de forma natural (y por tanto, pueden ser enseñadas) que se manifiestan en situaciones interpersonales, socialmente aceptadas (implica tener en cuenta normas sociales y normas legales del contexto sociocultural en el que tienen lugar, así como criterios morales), y orientadas a la obtención de reforzamientos ambientales (consecución de objetos materiales o refuerzos sociales) o autorefuerzos.

I


:
Potencial innato que posee cada individuo para poder aprender y adaptarse al entorno, siendo necesaria para desarrollarse intelectualmente.

:
Manifestación de la inteligencia de los individuos en la vida cotidiana que depende de factores como la motivación, la personalidad, la educación, la salud mental o las experiencias previas. Esta concepción es más cercana a lo que se entiende por Inteligencia Emocional.

:
Aquellas capacidades que miden los tests de CI, es decir, la “Inteligencia Psicométrica”, evaluada a través de problemas estandarizados.

:
Dominio y orquestación de los movimientos del cuerpo. Manipulación hábil de objetos. Bailarines, atletas, actores.

:
Habilidad para percibir el mundo visual con precisión, para transformar y modificar lo percibido y para recrear experiencias visuales incluso en ausencia de estímulos físicos. Arquitectos, artistas, escultores, cartógrafos, navegantes, jugadores de ajedrez.

:
Capacidad para la captación y reflexión sobre cuestiones fundamentales de la existencia. Se necesitan más pruebas para determinar si se trata o no de una forma especial de inteligencia. Líderes espirituales, pensadores filosóficos.

:
Capacidad para determinar con precisión el estado de humor, los sentimientos y otros estados mentales de los otros utilizando esta información como guía de conducta. Psiquíatras, políticos, dirigentes religiosos, antropólogos.

:
Capacidad para determinar con precisión el estado de humor, los sentimientos y otros estados mentales de uno mismo utilizando esta información como guía de conducta en la interacción con el mundo Representaría el grado de conocimiento que cada persona tiene de sí mismo.

:
Dominio y amor por el lenguaje y las palabras, junto al deseo de explorarlos. Poetas, escritores, lingüistas

:
Confrontación y valoración de objetos, abstrayendo y discerniendo sus relaciones y principios subyacentes. Matemáticos, científicos, filósofos.

:
Capacidad no sólo de componer e interpretar piezas con tono, ritmo y timbre, sino también de escuchar y de juzgar. Puede estar relacionada con otras inteligencias, como la lingüística, la espacial, o la corporal-cinética. Compositores, directores, músicos, críticos de música, cantantes.

:
Capacidad para la identificación y caracterización de objetos naturales. Biólogos, naturalistas.

P


:
Tendencia a ver todas las experiencias según dos posibilidades opuestas, tomando una de ellas. Por ejemplo soy muy inteligente o un necio, o bien este es un sitio magnifico o es insoportable.

:
Tendencia a atribuirse uno mismo la responsabilidad de errores o hechos externos, aunque no haya base para ello.

S


:
Proceso de establecer una regla o conclusión general a partir de detalles que no la justifican, por tratarse de hechos aislados que no se pueden aplicar a otras situaciones. Por ejemplo, a partir de que un amigo me dice que no puede salir un día, creo que rechaza mi amistad.


Desarrollado en el libro de la autora  a la venta en :
http://editorialcirculorojo.com/cinco-petalos-la-esencia-de-la-inteligencia-emocional-y-social/